Experto inglés David Hopkins: “Hay que ser mucho más firme con las universidades pedagógicas”

Santiago, 11 de octubre de 2007

Crear una agencia de apoyo para los profesores, que además se preocupe de lo que pasa dentro de la sala de clases es, a juicio del experto internacional en Educación, David Hopkins , la manera más directa que tiene hoy Chile de lograr mejoras en el corto plazo dentro de la sala de clases.

El especialista en Educación —quien está por sexta vez en el país— fue uno de los arquitectos de la reforma educacional de Inglaterra en tiempos de Tony Blair, cuando en ese país había una fuerte segmentación socioeconómica, la que se logró disminuir. Para conocer y transmitir esa experiencia es que el Ministerio de Educación lo invitó al país.

Hopkins en dos días ha liderado seminarios en Santiago y Concepción dando asesorías técnicas a los encargados del tema educacional de las municipalidades. Todo, a la luz de la nueva Ley de Subvención Preferencial, iniciativa que está por aprobarse en el Congreso y que le permitirá a los sostenedores de colegios que atienden alumnos más pobres recibir mayores recursos estatales.“Existe demasiada desigualdad”

Pese a que reconoce a Chile como líder en reformas educacionales entre los países no industrializados, dada la sistematicidad del trabajo realizado, también advierte falencias.
—Admiro mucho lo que se ha hecho en Chile en el tema durante los últimos 15 años. Las reformas que están preparando están muy bien intencionadas; sin embargo es necesario que haya un foco muy práctico en la calidad del aprendizaje de todos los niños, porque existe demasiada desigualdad en los logros de los escolares de los diversos sectores socioeconómicos.
Y enumera los puntos a su juicio todavía pendientes en el sistema chileno, de los cuales dos son prioritarios: profesores y municipios.

“En Chile se requiere un mayor nivel, grado y rango de habilidades docentes de lo que existe hoy”, dice. “Si lo que se busca es mejorar los aprendizajes de los alumnos, hay que mejorar el desempeño de los profesores. Para eso, necesitan herramientas y acceso a buenas prácticas docentes que hoy existen, pero no son compartidas en todo el sistema educativo”, agrega.
—¿Es necesaria una intervención docente?

—Absolutamente. Es de alta prioridad. Sabemos que es difícil transformar la formación inicial de los profesores, entonces una solución más rápida es mejorar el desarrollo profesional continuo, dando a los directores los recursos para que ellos entreguen a sus docentes lo que necesitan.

Y advierte que, a su juicio, “las universidades (que dictan carreras pedagógicas) se resisten mucho al cambio. Hay que ser mucho más firmes con ellas y crear una superintendencia que las inspeccione. Deberían incluso vincular las platas estatales que se le entregan a estas universidades con los éxitos en esas fiscalizaciones. Si ellas no cumplen con sus compromisos o no logran sus metas, hay que quitarles la plata”.Conflictos de poder entre municipio y colegio.

El otro “gran tema” es el rol del municipio. “Hoy hay conflictos de poder y la organización actual impide a la escuela tomar las decisiones y actuar como debería. Hay que cambiar la relación que existe entre el colegio y el municipio, porque los establecimientos necesitan más autonomía, especialmente en el área presupuestaria y personal, para lograr fuertes liderazgos”, dice.
Además, señala, “se supone que habrá una Superintendencia que fiscalizará la responsabilidad de los actores; pero se requiere crear en paralelo una suerte de agencia que se dedique al desarrollo curricular, la innovación pedagógica y entregar a los profesores estrategias que les permitan adquirir las habilidades para mejorar lo que pasa dentro de la sala”.n

Fuente: La segunda internet